Federico Ruiz
Politólogo
Después de mi rutina matutina de revisar la prensa escrita nacional, al encontrarme una curiosa defensa de una periodista en una columna, por una serie de artículos publicados semanas atrás y posteriormente cuestionados, me llegó súbitamente el recuerdo de una entrevista que le hicieran hace muchos años a mi padre, en un diario de los que más se leen.
En 2003, a este famoso periódico se le ocurrió la idea de hacer una de estas notas sociales, más bien light, sobre la vida de Manuel Ruiz, mejor conocido por su personaje "Paco" en el programa "La Pensión". ¿Cómo es el actor detrás de las cámaras?
Aunque el artículo en cuestión resultó bastante inofensivo y simpático, como era de esperar, la gran cantidad de inexactitudes y falsedades provocaron profundas carcajadas en la casa, con los vecinos y amigos.
Entre las cosas que decía dicha nota rescato lo siguientes párrafos:
"Manolo, como lo conoce sus amigos, también participó en una actividad llamada Fulbrieght, donde se reúnen los mejores actores de teatro del mundo y tuvo el gran honor de obtener el segundo lugar, no solo para él, sino también para Costa Rica.
Manolo tiene solo un hermano, se llama Roberto Ruiz, quien también fue picado por el arte y fue dueño del aquel conjunto roquero llamado "Himifer Rocker"."
Esa actividad llamada Fulbright, es en realidad una beca de estudios, no un lugar donde se reúnen los mejores actores de teatro del mundo para premiarlos. Aunque para mí no es el segundo, sino el mejor actor del mundo, ese honor aún no le ha sido concedido, ni siquiera por el Programa Fulbright.
Mi tío Roberto efectivamente tiene un conjunto roquero, solo que se llama Igni Ferroque (frase en latín que quiere decir "A fuego y hierro"), no se llama "Himifer Rocker", como la periodista señaló.
Ese artículo, de principio a fin, tiene un sin número de errores, que para el común de los mortales pasarían por desapercibidos, donde se mezcla la realidad de lo dicho en la entrevista, con la mente fantaciosa de la periodista. Sin embargo, por ser una nota típica de la "prensa rosa", poco importa lo que se escriba, aunque al final la gente creerá lo que se le presenta para leer.
El problema está en el periodismo que juega a ser profesional, serio, investigador y crítico, pero que de forma mucho más sutil, comete los mismos errores de la nota publicada sobre "Paco".
Para empezar, diré que los que hemos estado en política, en campañas electorales y quienes además, tenemos el gusto de estudiar estas de forma profesional, podemos dar fe que el tono y la dirección de un solo titular, puede ser tan letal como un balazo dado a quemarropa.
Muchísima gente, pasa las páginas de un periódico una tras otra, sin detenerse necesariamente a leer el texto completo de un artículo. La primera impresión es lo que queda y normalmente, la frase de entrada es algo llamativo, ojalá indignante y que choque con los principios de la gente, porque esto simplemente es bueno para la venta.
Desconozco cuál es el proceso por el que pasa un periodista al escribir un artículo y cómo se le pone su titular. ¿Es algo independiente? ¿Pasa por los editores? ¿Le piden los editores permiso al autor de la nota? ¿Se discute abiertamente el interés de uno u otro encabezado? ¿Se procura que sea neutro con respecto al contenido?
Debemos reconocer también, que últimamente se ha implantado una maña en algunos periodistas, que consiste en insertar sus juicios de valor en los reportajes, editorializando de una vez la noticia. ¿No está justamente para eso la sección de opinión de un periódico? ¿No se supone que la parte de noticias, está para informar sobre los hechos, pero no para opinar AHI sobre ellos?
Los medios de comunicación forman la opinión pública, inciden directamente en la colocación de los temas de la agenda nacional, tiene el poder absoluto de condenar a una persona con las palabras que usan. Con gran poder, viene consigo una gran responsabilidad.
Sin embargo, los diarios y los noticieros de televisión, ejercen todo su poder, pero rara vez le ponen atención a la responsabilidad que tienen. No se trata solo de escoger los temas candentes, de exponerlos de la forma más morbosa, filtrando las valoraciones subjetivas del periodista, y tratarlos de forma explosiva para aumentar ratings o ventas.
Si tienen el poder de poner los temas en la palestra y decidir qué es importante discutir y qué no, ¿cuesta tanto hacerlo en positivo? Si tienen la capacidad de investigar posibles delitos o graves actos de personas ¿por qué no se limitan a la exposición neutra de los datos y hacen sus valoraciones en los editoriales? ¿por qué buscan incidir de una vez en el ánimo de la gente desde la noticia?
Termino recordando como un pasquín, financiado con recursos públicos y que sí es una afrenta a todo lo que el periodismo ético y decente debería ser, dejó entrever que quien escribe esto, es un perverso fascista por solicitar que me indicaran los "criterios de objetividad" por los que se guían a la hora de escribir y publicar.
Si el periodismo nacional no acepta críticas, responde violentamente a ellas, las desestima por insignificantes, llega el momento de preguntarse "quis custodes ipsos custodiet" (quien cuida a los cuidadores)... vean que hasta al mejor mono, se le cae el Cerati.
Politólogo
Después de mi rutina matutina de revisar la prensa escrita nacional, al encontrarme una curiosa defensa de una periodista en una columna, por una serie de artículos publicados semanas atrás y posteriormente cuestionados, me llegó súbitamente el recuerdo de una entrevista que le hicieran hace muchos años a mi padre, en un diario de los que más se leen.
En 2003, a este famoso periódico se le ocurrió la idea de hacer una de estas notas sociales, más bien light, sobre la vida de Manuel Ruiz, mejor conocido por su personaje "Paco" en el programa "La Pensión". ¿Cómo es el actor detrás de las cámaras?
Aunque el artículo en cuestión resultó bastante inofensivo y simpático, como era de esperar, la gran cantidad de inexactitudes y falsedades provocaron profundas carcajadas en la casa, con los vecinos y amigos.
Entre las cosas que decía dicha nota rescato lo siguientes párrafos:
"Manolo, como lo conoce sus amigos, también participó en una actividad llamada Fulbrieght, donde se reúnen los mejores actores de teatro del mundo y tuvo el gran honor de obtener el segundo lugar, no solo para él, sino también para Costa Rica.
Manolo tiene solo un hermano, se llama Roberto Ruiz, quien también fue picado por el arte y fue dueño del aquel conjunto roquero llamado "Himifer Rocker"."
Esa actividad llamada Fulbright, es en realidad una beca de estudios, no un lugar donde se reúnen los mejores actores de teatro del mundo para premiarlos. Aunque para mí no es el segundo, sino el mejor actor del mundo, ese honor aún no le ha sido concedido, ni siquiera por el Programa Fulbright.
Mi tío Roberto efectivamente tiene un conjunto roquero, solo que se llama Igni Ferroque (frase en latín que quiere decir "A fuego y hierro"), no se llama "Himifer Rocker", como la periodista señaló.
Ese artículo, de principio a fin, tiene un sin número de errores, que para el común de los mortales pasarían por desapercibidos, donde se mezcla la realidad de lo dicho en la entrevista, con la mente fantaciosa de la periodista. Sin embargo, por ser una nota típica de la "prensa rosa", poco importa lo que se escriba, aunque al final la gente creerá lo que se le presenta para leer.
El problema está en el periodismo que juega a ser profesional, serio, investigador y crítico, pero que de forma mucho más sutil, comete los mismos errores de la nota publicada sobre "Paco".
Para empezar, diré que los que hemos estado en política, en campañas electorales y quienes además, tenemos el gusto de estudiar estas de forma profesional, podemos dar fe que el tono y la dirección de un solo titular, puede ser tan letal como un balazo dado a quemarropa.
Muchísima gente, pasa las páginas de un periódico una tras otra, sin detenerse necesariamente a leer el texto completo de un artículo. La primera impresión es lo que queda y normalmente, la frase de entrada es algo llamativo, ojalá indignante y que choque con los principios de la gente, porque esto simplemente es bueno para la venta.
Desconozco cuál es el proceso por el que pasa un periodista al escribir un artículo y cómo se le pone su titular. ¿Es algo independiente? ¿Pasa por los editores? ¿Le piden los editores permiso al autor de la nota? ¿Se discute abiertamente el interés de uno u otro encabezado? ¿Se procura que sea neutro con respecto al contenido?
Debemos reconocer también, que últimamente se ha implantado una maña en algunos periodistas, que consiste en insertar sus juicios de valor en los reportajes, editorializando de una vez la noticia. ¿No está justamente para eso la sección de opinión de un periódico? ¿No se supone que la parte de noticias, está para informar sobre los hechos, pero no para opinar AHI sobre ellos?
Los medios de comunicación forman la opinión pública, inciden directamente en la colocación de los temas de la agenda nacional, tiene el poder absoluto de condenar a una persona con las palabras que usan. Con gran poder, viene consigo una gran responsabilidad.
Sin embargo, los diarios y los noticieros de televisión, ejercen todo su poder, pero rara vez le ponen atención a la responsabilidad que tienen. No se trata solo de escoger los temas candentes, de exponerlos de la forma más morbosa, filtrando las valoraciones subjetivas del periodista, y tratarlos de forma explosiva para aumentar ratings o ventas.
Si tienen el poder de poner los temas en la palestra y decidir qué es importante discutir y qué no, ¿cuesta tanto hacerlo en positivo? Si tienen la capacidad de investigar posibles delitos o graves actos de personas ¿por qué no se limitan a la exposición neutra de los datos y hacen sus valoraciones en los editoriales? ¿por qué buscan incidir de una vez en el ánimo de la gente desde la noticia?
Termino recordando como un pasquín, financiado con recursos públicos y que sí es una afrenta a todo lo que el periodismo ético y decente debería ser, dejó entrever que quien escribe esto, es un perverso fascista por solicitar que me indicaran los "criterios de objetividad" por los que se guían a la hora de escribir y publicar.
Si el periodismo nacional no acepta críticas, responde violentamente a ellas, las desestima por insignificantes, llega el momento de preguntarse "quis custodes ipsos custodiet" (quien cuida a los cuidadores)... vean que hasta al mejor mono, se le cae el Cerati.
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