Federico Ruiz W.
Politólogo
La semana pasada tuve oportunidad de asistir a un simposio sobre utilidades prácticas de las investigaciones de la NASA y su uso potencial en América Latina. Algunos días antes, también tuve el honor de compartir una extensa conversación con el Dr. Mario Pérez de la Dirección de Astrofísica de NASA, con la Dra. Adriana Ocampo de la Dirección de Ciencias Planetarias de la misma organización y con el Dr. Sergio Torres, científico investigador de Lockheed Martin.
El denominador común en esos encuentros, fue el énfasis de estos científicos en tres temas particulares:
1. La NASA tiene a disposición de todo el mundo, los datos recopilados a lo largo del tiempo, por sus instrumentos de medición. Son más los datos que la capacidad humana de esta entidad, para poder procesarlos y eventualmente, generar nuevos y grandes descubrimientos en una gran cantidad de temas. A diferencia de otras agencias espaciales (como la Agencia Espacial Europea ESA), los datos almacenados por la NASA son 100% gratuitos y están a la espera de ser accesados por cualquier persona dispuesta a aventurarse con ellos.
2. Relacionado con el tema anterior, los científicos de NASA, están interesados en generar alianzas con otros científicos de la región latinoamericana, especialmente para realizar investigaciones desde y en el hemisferio sur. Fueron insistentes al decir, que una de las principales formas de accesar al trabajo con NASA, es mediante trabajos conjuntos investigador-investigador. En palabras del Dr. Torres, lo que se busca es generar redes de trabajo de la misma forma que trabajan los movimientos "grassroot" en EEUU.
3. El tercer tema, se relaciona más con las formas para motivar a un mayor número de jóvenes en toda la región, para que estudien con gusto matemáticas y ciencias. Se busca con ello, generar innovación y capacidades para el desarrollo.
Sin duda alguna, el trabajo más retador está en el tercer punto. Partiendo de mi propia experiencia (con mi fugaz paso por la carrera de física en la universidad), puedo constatar que la enseñanza de la matemática en nuestro país, es tortuosa y orientada a generar frustración.
Recordando mi paso por el colegio, cada vez que se nos ponía por delante un ejercicio matemático, este era inmediatamente denominado: "problema". No hay nada más aburrido, que resolver problemas. La sola palabra trae una connotación negativa, que en realidad no motiva a las grandes mayorías, a tomarle el gusto a la materia. Por el contrario, creo que genera más bien un rechazo casi inmediato.
¿Por qué en lugar de utilizar el término "problema", no se buscan otras formas que llamen más a la imaginación y a resolver de forma proactiva? Comentando esto con el Dr. Mario Pérez, me señaló que el enfoque a lo mejor debe ser el de superar un "desafío" o un "reto", para llegar al final del camino a un "descubrimiento". Por mi parte, como soy fanático seguidor de las novelas de Agatha Christie, prefiero seguir "pistas" para desentrañar un "misterio".
Todos los seres humanos debemos lidiar con problemas todo el tiempo, como para que además, a la hora de ir a clases de matemáticas o ciencias, nos pongan una carga pesada adicional. Un nuevo dolor de cabeza.
En su exposición en NASA el Dr. Pérez nos señaló que la Dirección de Astrofísica trabaja en contestar tres preguntas muy básicas:
¿Cómo funciona el universo?
¿Cómo llegamos hasta aquí?
¿Estamos solos en el espacio?
Esas interrogantes son sin duda muy sugestivas, especialmente para la gente joven, inquieta. Para resolver esos misterios, es necesario que algunos profundicen en el estudio de las matemáticas, de la física, de la química, de la geología... Quitemos el sentimiento problemático al estudio de estas disciplinas y vayamos a una educación que busque superar desafíos y generar descubrimientos.
Politólogo
La semana pasada tuve oportunidad de asistir a un simposio sobre utilidades prácticas de las investigaciones de la NASA y su uso potencial en América Latina. Algunos días antes, también tuve el honor de compartir una extensa conversación con el Dr. Mario Pérez de la Dirección de Astrofísica de NASA, con la Dra. Adriana Ocampo de la Dirección de Ciencias Planetarias de la misma organización y con el Dr. Sergio Torres, científico investigador de Lockheed Martin.
El denominador común en esos encuentros, fue el énfasis de estos científicos en tres temas particulares:
1. La NASA tiene a disposición de todo el mundo, los datos recopilados a lo largo del tiempo, por sus instrumentos de medición. Son más los datos que la capacidad humana de esta entidad, para poder procesarlos y eventualmente, generar nuevos y grandes descubrimientos en una gran cantidad de temas. A diferencia de otras agencias espaciales (como la Agencia Espacial Europea ESA), los datos almacenados por la NASA son 100% gratuitos y están a la espera de ser accesados por cualquier persona dispuesta a aventurarse con ellos.
2. Relacionado con el tema anterior, los científicos de NASA, están interesados en generar alianzas con otros científicos de la región latinoamericana, especialmente para realizar investigaciones desde y en el hemisferio sur. Fueron insistentes al decir, que una de las principales formas de accesar al trabajo con NASA, es mediante trabajos conjuntos investigador-investigador. En palabras del Dr. Torres, lo que se busca es generar redes de trabajo de la misma forma que trabajan los movimientos "grassroot" en EEUU.
3. El tercer tema, se relaciona más con las formas para motivar a un mayor número de jóvenes en toda la región, para que estudien con gusto matemáticas y ciencias. Se busca con ello, generar innovación y capacidades para el desarrollo.
Sin duda alguna, el trabajo más retador está en el tercer punto. Partiendo de mi propia experiencia (con mi fugaz paso por la carrera de física en la universidad), puedo constatar que la enseñanza de la matemática en nuestro país, es tortuosa y orientada a generar frustración.
Recordando mi paso por el colegio, cada vez que se nos ponía por delante un ejercicio matemático, este era inmediatamente denominado: "problema". No hay nada más aburrido, que resolver problemas. La sola palabra trae una connotación negativa, que en realidad no motiva a las grandes mayorías, a tomarle el gusto a la materia. Por el contrario, creo que genera más bien un rechazo casi inmediato.
¿Por qué en lugar de utilizar el término "problema", no se buscan otras formas que llamen más a la imaginación y a resolver de forma proactiva? Comentando esto con el Dr. Mario Pérez, me señaló que el enfoque a lo mejor debe ser el de superar un "desafío" o un "reto", para llegar al final del camino a un "descubrimiento". Por mi parte, como soy fanático seguidor de las novelas de Agatha Christie, prefiero seguir "pistas" para desentrañar un "misterio".
Todos los seres humanos debemos lidiar con problemas todo el tiempo, como para que además, a la hora de ir a clases de matemáticas o ciencias, nos pongan una carga pesada adicional. Un nuevo dolor de cabeza.
En su exposición en NASA el Dr. Pérez nos señaló que la Dirección de Astrofísica trabaja en contestar tres preguntas muy básicas:
¿Cómo funciona el universo?
¿Cómo llegamos hasta aquí?
¿Estamos solos en el espacio?
Esas interrogantes son sin duda muy sugestivas, especialmente para la gente joven, inquieta. Para resolver esos misterios, es necesario que algunos profundicen en el estudio de las matemáticas, de la física, de la química, de la geología... Quitemos el sentimiento problemático al estudio de estas disciplinas y vayamos a una educación que busque superar desafíos y generar descubrimientos.
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