miércoles, 2 de febrero de 2011

¡MUERA LA INTELIGENCIA!

Pasquín de Fritzburgo
Año 1 - Vol 1 - Ed 2

La Universidad es cosa del pasado. El debate de las ideas más contrapuestas o la posibilidad de evolución del conocimiento están sobrevalorados. Por eso el "Estado Puro, Noble y Casto de Fritzburgo", ha decidido ponerse en sintonía con la última moda que impera en un país vecino. Se ha decidido eliminar la palabra "universidad" y ahora se hablará de "Centros de Educación Única Superior" (CEUS).

Siguiendo la máxima del Director del "Nuevo Consejo Antiuniversitario" del país vecino, el señor Cortés, de ahora en adelante la investigación, debate y educación se realizará según "una visión ética de lo que debe ser la producción del conocimiento"*. Claramente, dicha visión ética está definida por el propio señor Cortés y el resto del Consejo Antiuniversitario, para, con base en ella, definir qué se discute, con quién y además quiénes son los llamados a escuchar. Fritzburgo adoptará esa medida y solo utilizará en su educación superior aquello que ha sido previamente acordado en el país vecino.

Sin embargo, es importante retomar la historia de estas nuevas ideas progresistas del país del norte. Ya en julio de 2005, en la misma universidad (sic) del país vecino, se impidió que un profesor catedrático, premio Nóbel, expresidente y además Doctor Honoris Causa de esa misma "casa de estudios", diera una entrevista radiofónica. En esa ocasión, prácticamente no existió una voz dentro del centro que cuestionara esa actuación. ¡Ah maravilla! ¡Llegaban nuevos tiempos!

Poco después, en aquel lugar se discutía un tema de cierta relavancia y un grupo de "estudiantes" que se atrevieron a pensar distinto, haciendo sentir su opinión, fueron perseguidos y amedrentados por atentar contra el fantástico pensamiento único.

Este reportero fue testigo de la última moda en la forma de hacer debates: cuando los del pensamiento único hablan, se guarda silencio y luego se aplaude a más no poder; posteriormente, aquellos blasfemos que piensan distintos, en cuanto abren la boca, son abucheados a punta de silbidos y gritos. No puede contaminarse la "universidad" (sic), con valores que atentan contra la ética de la élite.

El tiempo avanza y no hace mucho se escuchó un grito de alguien que ponía las cosas en orden, frente a una turba de mal-amansados que pretendieron pensar distinto: "¡Ustedes no son nada!" Todo por defender a la gente que de forma realmente valiente cierra las puertas a los que buscan una educación distinta.

La semilla que habían plantado algunos hace años atrás ha dado frutos y no solo con estudiantes. Las autoridades del Consejo Antiuniversitario no se podían quedar atrás y finalmente dieron el toque de gracia.

Cuando un señor bastante polémico, que por pura coincidencia es premio Nóbel, fue invitado a dar una charla sobre sus descubrimientos, a último minuto el Consejo Antiuniversitario movió sus fichas para impedir que tan vulgar evento se diera. Una verdadera pena que al final el Dr. Watson diera su charla y que la decisión del Consejo no prosperara.

Sin embargo, es de reconocer el cambio del líder del Consejo Antiuniversitario, quien en su campaña para llegar al puesto que ahora tiene, se dejó decir que seguía el sueño de una figura tan vieja, superada y equivocada como Rodrigo Facio. Parece ser, que ahora ha encontrado el sendero del bien y más bien señala la pauta sobre "la visión ética" en la "producción del conocimiento".

Estamos esperando que inicien la quema de libros profanos que se encuentran en las bibliotecas universitarias (verdaderos templos de propagación de porquerías), tales como "El Anticristo" de Nietzsche, "Mein Kampf" de Hitler, "El Corán", "La Biblia", y tantísimos otros que atentan contra la "visión ética" del Consejo Antiuniversitario. Los buenos estudiantes están esperando con ansias para que les indiquen cuáles libros pueden leer, si es que pueden leer.

Parece ser que ahora más que nunca retumban las sabias palabras del general franquista Millán Astray cuando le grito al pachuco rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno: "MUERA LA INTELIGENCIA".

Las palabras que deben quedar eternamente en el olvido del "señor" Unamuno, cuando pretendía defender una visión equivocada del concepto universidad, son estas: "Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha."

Así pues, no más universidades en Fritzburgo. "¡QUE VIVA LA VISIÓN ETICA EN LA PRODUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO!"


*Declaraciones dadas en el programa radial "Nuestra Voz", bajo la dirección de la periodista Amelia Rueda, el 2-2-2011.